El libro misterioso: Simplemente Candy
Richard Bach, Juan Salvador Gaviota.
Prologo
Era una tarde
lluviosa de sábado, de esas que te dañan todos los planes de salida, cuando la
pequeña Candy salió. Aprovechando que sus padres dormían, fue a visitar la casa
abandonada. Esta casa no estaba abandonada sino que al nadie salir de ahí nunca,
popularmente fue llamada así.
Ella solía
mirar aquella casa con mucha curiosidad. Pero no se atrevía a dar el paso y
tocar al timbre. De repente escucho la voz de su madre que le llamaba y tenía
que regresar a su sombrío hogar. Allí todo era un desastre, sus padres peleando
todo el tiempo, sus hermanas haciendo lo que les viniera en gana y todas sus amigas
siempre buscando algún problema.
Pero la cosa
no se quedaba ahí ya que para colmo no le permitían hablar con los varones cosa
que no entendía del todo. Como hermana mayor siempre le tocaba dar el ejemplo a
sus hermanas aparte de hacer prácticamente todo. Por otro
lado, tenía el problema de ser muy popular entre los chicos y sin ella quererlo
siempre recibía regalos, cartas y piropos de la gente. Esto le resultaba muy
incómodo ya que no entendía lo que se movía a su alrededor.
Cuando
cumplió sus trece años recibió de su tío un teléfono celular. Con este podía
chatear conectarse a internet y hacer lo que más le gustaba, leer. Esa era ella:
simplemente Candy.
Un mes
después su madre por razón desconocida le destrozo el celular y le dio una
golpiza. Candy lloro hasta que no le quedaron más lágrimas. Esa noche deseo no
haber nacido y tomo una decisión que cambiaría su vida.
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