martes, 22 de diciembre de 2015

La imaginación creadora de mundos



La imaginación creadora de mundos
 

"Mientras pruebo este dispositivo, veo el barrio, sus casas de madera y sus calles diminutas. Puedo volar y al fin me siento libre. Ojala y tuviera una suerte de traje espacial y así surcar el espacio. Ahora me acerco al rio y por fin puedo ver su grandeza. La gente está asustada al verme y yo por dentro me rio." Esto es algo que imaginaba de crio, mientras escuchaba una canción llamada Nuestra Playa de Emilio José. Recuerdo que sabía pasar horas embelesado, imaginando como se vería el barrio desde arriba. Les cuento que descubrí un poder una energía. La forma de crear un mundo. Esto se llama imaginación. 

En este momento solo estoy escribiendo, pero mi mente se encuentra trabajando al cien por ciento y solo una canción para distraerme. Nada es físico solo el ordenador y mi persona. Tengo una muy fértil imaginación y por ello me considero un hacedor de mundos, imaginarios tal vez, pero no por ello irreales; ya que cobran vida dentro de mí y si los pongo en papel, otros también lo verán y serán testigos de lo que he vivido.
 
"Si lo puedes imaginar lo puedes lograr.
Si lo puedes imaginar lo puedes crear.
La capacidad imaginar es infinita. Puedes hacer grandes cosas, incluso puedes cambiar el mundo si así te lo propones: si lo crees lo crearas. Partiendo del hecho que la imaginación es  un proceso superior que permite al individuo en cuestión, manipular información generada dentro de , con el fin de crear una representación percibida por los sentidos de la mente, podemos entonces afirmar que con esta se pueden hacer cosas increíbles.

De hecho somos testigos de grandes hazañas como: El gran imperio Galáctico de Isaac Asimov, Dune de Frank Herbert, o simplemente el pueblo de Macondo de Gabriel García Márquez y sus cien años de soledad. Todos ellos pensados por personas que entendieron que la vida era algo más que comer, dormir o tener sexo. Hoy en día los conocemos o al menos hemos oído hablar de ellos.
Una de las cosas más difíciles es imaginar un universo con sus reglas, planetas, cultura, estrellas, galaxias. Generalmente el motor de la imaginación es una historia que sin importar el orden o la trama debe tener un inicio, un nudo y un desenlace. Imaginar es un arte y un esfuerzo. Por lo general quedo muy cansado después de idear una trama. De hecho las más difíciles son las de ciencia ficción ya que requieren la creación de, incluso, elementos nuevos nunca antes vistos. Además todos los elementos deben de ser explicados de manera coherente sin la suerte de tener un Deus ex Machina que te salve el día como es el caso de la magia cuando se abusa de dicho recurso. El problema en cuestión es que esto va apareciendo a medida que avanza la trama.

La fantasía generalmente fluye, pero la descripción de los lugares suele ser un verdadero dolor de cabeza para el autor. Un truco muy bueno que utilizan muchos autores es describir el panorama con anterioridad y así pueden ellos continuar su trama sin tener que hacer molestas descripciones del panorama. Pero imaginar es un trabajo, la mente se enfoca para crear una réplica exacta de la realidad ya que no solo se usa para la ficción o fantasía.



En resumidas cuentas imaginar es un arte que puede crear sueños como pesadillas como es el caso del escritor estadounidense H.P Lovercraft, quien en sus cuentos solo ve monstros que escapan de la comprensión humana y que por ende causan terror y pánico. Por eso es que debemos imaginar, debemos soñar y debemos creer en nuestros sueños. Por eso termino citando al presidente J. F Kennedy: Algunas personas ven las cosas cual son y se preguntan ¿Por qué? Yo sueño con cosas nunca antes vistas y me digo ¿Por qué no?

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